Un lloc màgic
La casa está a la altura de un lugar tan mágico como es la Ribeira Sacra. Tiene todas las comodidades de una casa moderna y se nota que han cuidado hasta el mínimo detalle en el diseño de la misma. A la vez han conseguido que se integre a la perfección en la aldea donde se ubica.
Los espacios son muy luminosos, la cama comodísima y la limpieza impecable.
Rita, la entrañable anfitriona, te hace sentir como en casa y te transmite todo el amor que siente por su tierra.
Des de la casa puedes disfrutar de excursiones que te adentran en bosques que parecen embrujados, pasear por senderos entre los viñedos o recorrer toda la orilla del Sil cruzando aldeas que te transportan, no sin cierta añoranza, a la vida de nuestros abuelos.
Y en coche, en trayectos de entre 10 y 20 minutos, puedes disfrutar de los espectaculares cañones del Sil desde Parada, acercarte a pequeña aldea de Castro y visitar el Mosteiro Benedictino de Santa Cristina o relajarte admirarando la puesta del sol des de la aldea de Cristosende.
Ha estat una experiència inoblidable, sens dubte tornarem!