Es un privilegio poder disfrutar de este alojamiento. Está en un sitio inigualable. No necesitas visitar miradores porque ahí ya tienes el tuyo propio. Pero, la casa, LA CASA, esa es la joya. Dudo que nunca me llegue a encontrar con otra casa que haya sido creada (que no construida, eso es lo de menos) con ese nivel de atención al detalle y de gusto, tanto en su diseño como en su equipamiento.
No solo la recomiendo, sino que animo a reservarla porque tendréis el placer de alojaros en un espacio acogedor como hay pocos.
En cuanto a Rita (las dos :-)) no tengo más que buenas palabras y agradecimiento. La atención ha sido exquisita. Mis mejores deseos y ojalá todos los ocupantes futuros sean conscientes del tesoro que se les está ofreciendo.