La fruta era un producto fundamental en la Ribeira. Era una parte importante del sustento alimentario y económico de las familias. No solo se vendían, sino que se canjeaban por otros productos como centeno y maíz.
Se empezaba la temporada con las fresas y cerezas en el mes de San Juan. Había peras y uvas tempranas por San Pedro. Seguían los higos y las brevas tempranas en el mes de julio, en el que también continuaban las peras. En agosto llegaban alguna clase de pavías, abrideiros, claudias, peladillos, melocotones, membrillos y uvas. Ya en septiembre llegaban las brevas y los higos vendimios, las pavías, las manzanas, los melocotones y comenzaban las nueces. En el final de septiembre podían empezar también las castañas, dependiendo de cómo viniera el año. Las castañas se recogían hasta el San Martiño, después de esta fecha pasaban a los castañares los larengos (larego), que serían los futuros cerdos que matarían al año siguiente, y las ovejas para aprovechar las que quedaran.
Como se puede comprobar unas tierras riquísimas, pero a algunas personas no les daba para comer, sobre todo porque no tenían casi tierras.