El bosque de Parada de Sil está formada sobre todo por: robles, castaños, abedules, sauces y madroños.
El aprovechamiento del bosque era múltiple. De él se sacaba leña para el fuego de las casas y para calentar los hornos comunitarios y monte para echar en las cuadras.
En invierno, sobre todo, se llevaba al ganado a roer el monte (uces, tojo, hiedras, carpazos, carqueixas, retamas…) ya que los pasteros estaban helados y el monte en esa época lo comía bien el ganado.
Además, tanto en el bosque como en cualquier monte se hacían las toleiras, para que la tierra quedara cavada y sembrar allí el centeno o la cebada.