Excepcional
O Souto da Aldea, una casa preciosa en un entorno privilegiado. Con todo detalle, cómoda y confortable, tal y cómo lo muestran las fotos y la descripción en la web o mejor.
La anfitriona Rita nos sorprendió con su saber, experiencia y amabilidad, pendiente de todo para facilitar nuestra estancia y hacernos sentir como en casa. Igual sus hij@s!
Se nos facilitó todo tipo de rutas para conocer la Ribeira Sacra, sus encantos, costumbres, historia…tendremos que volver pronto para continuar.
Des de la casa caminando hicimos preciosas rutas disfrutando del color del otoño en el paisaje, con sus viñedos, sus castaños, sus ríos…fuimos a fábrica da luz, donde el río Mao se precipitaba al Sil com una fuerza impresionante recorriendo una preciosa pasarela de madera hasta su desembocadura.
Aldeas preciosas, con todo el encanto del rural, la madera y la piedra, paisaje a momentos salvaje y otras marcado con el sello de la labor de sus habitantes durante siglos. Barxacova, Rabacallos, Leiravella…entre otras.
Des de la casa nos desplazamos también caminando a San Lourenzo, por otro sendero señalizado para descubrir las tumbas o necrópoli excavada en la piedra…merece la pena visitar.
Disfrutamos de la tradicional fiesta del Magosto donde compartimos con los parroquianos de Sacardebois la fiesta, los chorizos, el vino, la música … y como no, las buenísimas castañas asadas.
Ya cogiendo el coche, en unos 20 minutos hicimos una visita al Monasterio de Santa Cristina, lugar al que habrá que volver para disfrutar de alguna actuación musical, pues su acústica nos han explicado que es impresionante. Antes de llegar paramos a comer en Parada de Sil, genial y visitamos los miradores “de madrid” y “A pena da cividade” enclaves todos ellos preciosos.
Volveremos pronto!
